Tarija, 09 de junio de 2024 (Telesur). – El presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, exigió ayer al embajador de Palestina ante las Naciones Unidas, Riad Mansur, que solicite una sesión de emergencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) para denunciar el genocidio israelí contra el pueblo palestino, que en las últimas horas se visibilizó de la manera más cruda en los ataques al campamento de refugiados de Al-Nuseirat.
El pronunciamiento de Abás ocurre después de un ataque sin precedentes realizado ayer por las fuerzas de ocupación israelíes contra el referido campamento de refugiados y varias zonas del centro de la Franja de Gaza, que incluyó intensos bombardeos aéreos y terrestres.
El mandatario enfatizó en la necesidad urgente de una intervención internacional para detener la catástrofe humanitaria en Gaza y Cisjordania, incluido el este de Al-Quds, Jerusalén, ocupada por la entidad sionista.
Objetivo
El objetivo de la reunión de emergencia es abordar el actual genocidio de Israel contra el pueblo palestino, obligar a la entidad sionista a cumplir con las resoluciones de legitimidad internacional y exigir un alto al fuego inmediato.
Abás aseguró que los crímenes de Israel, perpetrados con la complicidad de Estados Unidos, violan todas las resoluciones del derecho internacional.
Según medios de prensa, un funcionario de la administración estadounidense confirmó la participación de la Célula de Recuperación de Rehenes de EEUU en esa operación, con el objetivo de liberar a cuatro israelíes que el movimiento Hamás retenía.
Por otra parte, Hamás denunció a través de un comunicado que la participación estadounidense en la operación criminal de ayer demuestra una vez más el papel cómplice de Washington, su plena participación en los crímenes de guerra en Gaza y la falsedad de sus posiciones declaradas sobre la situación humanitaria.
Hamás pidió a la comunidad internacional y a ONU que detengan esos crímenes y que lleven sus perpetradores ante la justicia. También aseguró que la entidad sionista mató a otros israelíes y a centenares de civiles palestinos, entre ellos mujeres y niños, para liberar a los cuatro rehenes.