El presidente Luis Arce encabezó la inauguración de la Planta de Biodiésel I en Santa Cruz este martes, marcando un hito en la historia energética de Bolivia. El propósito principal de esta iniciativa es reducir la dependencia del país de las importaciones de combustibles fósiles.

En su discurso, Arce destacó la importancia de la industrialización como medio para sustituir las importaciones y promover el desarrollo económico nacional. “Ingresamos por primera vez a la era de los biocombustibles. Bolivia no puede quedarse atrás”, afirmó el mandatario.

El presidente enfatizó que la producción de biocombustibles no solo contribuirá a la autonomía energética del país, sino que también beneficiará a los sectores más vulnerables, evitando así aumentos en los precios de los combustibles que afectarían la canasta familiar.

Arce anunció planes futuros para la construcción de más plantas de biodiésel en El Alto y Santa Cruz, consolidando así el compromiso del Gobierno con la producción nacional de biocombustibles. Además, se destacó la aprobación de normativas que amplían el uso de productos agrícolas para la producción de biodiésel.

La Planta de Biodiésel I, ubicada en Santa Cruz, representa una inversión significativa de Bs 379 millones. Se espera que procese diariamente mil 500 barriles de biodiésel utilizando aceites vegetales provenientes de diversas fuentes, como el macororó, la palma africana y la soya, entre otros cultivos.

Este avance marca un paso importante hacia la diversificación de la matriz energética boliviana y refuerza el compromiso del país con la sostenibilidad ambiental y el desarrollo económico a través de la producción nacional de biocombustibles.

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