En el marco de la conmemoración del 145 aniversario de la heroica Defensa de Calama, el presidente Luis Arce Catacora delineó seis desafíos para superar las secuelas del conflicto marítimo con Chile y avanzar hacia una nueva etapa de acercamiento bilateral.
El primer desafío planteado por el presidente Arce insta a un diálogo sobre la condición de Bolivia como país sin litoral, siguiendo lo establecido por la Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya en su fallo del 1 de octubre de 2018.
En palabras del mandatario boliviano, “estamos seguros que con la voluntad política de nuestros gobiernos podemos entrar en negociaciones significativas, para encontrar soluciones trascendentales que marquen positivamente el desarrollo de nuestra relación bilateral”.
El segundo desafío propuesto es aprovechar al máximo las potencialidades del Oleoducto Sica Sica – Arica, destacando la reciente importación de 1,6 millones de barriles de petróleo por primera vez en la historia del país a través de la terminal marítima de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) en Arica.
El tercer desafío planteado por el presidente Arce es la habilitación del Puerto de Iquique para el comercio exterior boliviano, ante la insuficiencia de los puertos de Arica y Antofagasta para satisfacer las necesidades comerciales del país.
El cuarto desafío se centra en mejorar las condiciones del libre tránsito de Bolivia al mar, destacando la ampliación del horario de atención en los pasos fronterizos de Pisiga y Tambo Quemado acordada con las autoridades chilenas.
El quinto desafío propuesto es la preservación y gestión sustentable de los recursos hídricos compartidos a lo largo de la frontera entre Bolivia y Chile, con un llamado al diálogo y la cooperación entre ambos países.
Como último desafío, el presidente Arce llamó a un diálogo sincero y con voluntad política para resolver los puntos pendientes entre Bolivia y Chile, reafirmando el compromiso del país con el retorno al océano Pacífico en el marco del respeto al Derecho Internacional y la convivencia armónica entre los pueblos de la región.